viernes, 19 de junio de 2020

Síntoma

Me enferma ser el rehén
de mi propio deseo.
Pido cada noche que las manos
liberen las cuerdas.

Sus manos
Sus labios
Sus ojos

Sólo puedo ver en fragmentos.

Arder. 
Rozar la piel.
Tejer la sinápsis.

Mi cuerpo es una entidad nerviosa.
Vibra y se estremece.
Busca calmarse,
pero cada vez que recuerda,
comienza a
temblar.

Reír,
llorar,
gritar,
hablar,
callar.

Reír, hasta que duela
Llorar, hasta que agote.
Gritar, hasta que muera.

Sentir la respiración
Empujar la carne
Traerla hacia mí
Volverla a sacar.

Quiero ser libre
Pero me regodeo en mis
cadenas

¿Acaso te importo? ,
¿cuánto?,
¿mucho, poco... nada?
......................................

El síntoma no da tregua.
Cada vez que estoy
a punto de llegar a la verdad,
me toma por sorpresa,
corta la lengua y
atormenta el pensamiento.

Cada vez que estoy a punto de
descubrir la verdad... 

La voz viene hacia mí.
La boca viene hacia mí.
Los brazos vienen hacia mí.
El deseo... viene hacia mí.
Me agarra, 
me ata,
me atrapa.

El secuestro... vuelve hacia mí.



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