Sucede un tiempo infinito plegado hábilmente entre cuatro o cinco paredes, le descubro los dobleces y los reversos. Intento desplegarlo, sacudirlo en la ventana, quitarle el vaho amargo que dejan las noches largas y los rancios devaneos que dilean las almas.
Adentro aún llueve copiosamente, como agua de los fideos escurriéndose por un colador viejo. La gata vacila a loro, y el insignificante pulso de un segundo sortea una arruga del reloj que desde uno de los pliegues se descuida para liberar un latido. Un latido. Un solo latido que rebota del techo al suelo y viceversa, lastimando los vidrios de la ventana y la córnea húmeda que libera un río. Un río que sucede.
¿Qué sucede?
...afortunadamente pude leer todo el guion, cada una de las indicaciones que el director anotó en los márgenes intentando convencernos de su versión de los acontecimientos que la obra propone. Aún no memoricé el libreto, pero los años de formación, la experiencia y el extenso currículum me han impregnado un habitus, el training permanente de sostener el registro en el cuerpo para que el personaje hable con palabra viva, aunque esté muerto o apenas identificado en una resma de papel que lo redime del blanco.
Apenas amaine la lluvia desataré la encomienda, le arrancaré el ridículo lazo rojo con que atan los volúmenes para luego comerme uno a uno a uno los renglones, desayunar párrafos, eructar epígrafes y empacharme de didascalias.
¿Qué sucede?
...para cuando la temporada de sequía aceche, ya en Otro, Otro desplegará el tiempo infinito para apropiarse del espacio donde ensayar el arte que el director pretende. Será momento entonces de pulirse en Otro para fingir ficción, en cada acto, en cada abrirse el telón, para sangrar dolorosamente, pudorosamente, perversa-mente y cosechar los aplausos que sólo las mentiras merecen.
¿Qué sucede?
La liturgia del drama relata bordes desde donde la razón es apenas un límite filoso entre Uno y Otro (que volverá a ser Uno cuando la sequía aceche).
Si dios quiere... mientras sucede.
Sobre el autor:
Juan Guillermo García o Jayme, o bien Birome Verde, nació en Corrientes hace 43 años. Es maestro mayor de obras (aunque no ejerce) y profesor de Música casi todo el día desde hace varios años. Vive en Posadas desde la segunda mitad de su vida. Escribe creando recintos íntimos de universos clandestinos para consumo personal y eventuales compatriotas de las palabras. Ha recorrido algunas rondas de escritura coordinadas por Carla Curti, y también ha compartido la palabra durante toda la vida con no pocos escribientes y oyentes ocasionales. No posee obras publicadas y sus escritos circulan apenas de ventana a ventana cuando surge la oportunidad (el clima propicio y/o la bebida apropiada). El texto compartido se llama "Facto". Fue escrito en período de aislamiento sanitario por pandemia en 2020 y permanece suelto entre archivos de texto caóticamente desordenados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.